Negros sus ojos.
Ojos grandes. Negros. Redonditos.
Tan profundos. Tan cálidos y tan fríos.
Allí se encierra todo mi mundo.
Todo lo que tengo. Todo lo que soy. Todo lo que sueño.
Tan profundos.
Su oscuridad inunda el mundo y me ahogo. Desesperación. Tristeza.
Es como un cáncer. Su oscuridad te consume desde dentro, poco a poco, inexorablemente.
Solo ellos pueden curarlo, solo ellos pueden devolverme la luz.
Negro.
El color del dolor. Dulce dolor.
El color de la muerte. Muero cada vez que los miro.
El color de lo desconocido. Es mi beautiful stranger.
El color de la oscuridad. Terrorífica oscuridad.
El color que es todos y ninguno.
El color de sus ojos. ¿Alguna razón más convincente que esa?
Ninguna.
Perderse en un laberinto que no existe. Ir a ciegas.
Y lo único que ilumina mi camino son esos ojos carentes de luz. Negros.
Pozos en los que ahogarse. ¿Una muerte horrible? La única que persigo.
Negro...
Es mi color favorito.

No podía ser de otra forma.