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Fire! 26 de noviembre de 2006 |


La intensidad con la que algunas personas sienten. Lo profundo que las marcan los demás. No, los demás... no. ELLOS. Esos otros especiales, únicos.
Esa energía que desprenden, esa intensidad que sientes en su presencia, sus actos, sus palabras. Ese fuego, ese calor, esa fuerza. Almas incendiadas, incandescentes, que adoptan la forma de otra alma, de un nombre, de una idea, de otro corazón. Esa valentía, esa actitud inquebrantable. Esa memoria eterna, imborrable, dolorosa. Esos rostros capaces de expresar todos y cada uno de los sentimientos, de las emociones. Esas miradas tristes, melancólicas, oscuras, profundas. Ventanas al alma. Almas atormentadas por el recuerdo. Almas marcadas para siempre por ELLOS. ELLOS, eternos, inconscientes, felices, simples, inocentes. Pobres. ELLOS no sienten, no saben. Pobres.
Y esas inmensas almas, encerradas dentro de pequeños cuerpos. Cuerpos humanos. Limitados. Insignificantes. Almas que brillan con fuerza, que se consumen en su propia pasión. Sus propias llamas.
Mírale a los ojos. Esos ojos que miras todos los días. Ojos negros. Míralos. Con tu alma. Siente su calor. Siente su fuerza. Déjate consumir. Comparte su pasión. ¡Incéndiate!


Almas... y ELLOS.

Wolf's rain 25 de noviembre de 2006 |

El paraiso.
Ese sitio tan... escurridizo.
¿Qué es el paraiso? ¿Qué coño hay allí?
Sabemos lo que NO hay: lágrimas, dolor, tristeza, muerte.
Pero entonces... tampoco hay: risa, esperanza, felicidad, vida.
Todo lo que buscamos en esta vida, todo lo que la hace interesante no está allí.
A riesgo de parecer masoquista diré que pienso que el dolor, la tristeza y la muerte no son malos, para nada. Al menos, no tan malos como la gente normalmente los pinta.
¿Nos aferrariamos tanto a la vida si no hubiera muerte?
¿Reiríamos hasta no poder respirar, si supieramos que más tarde el dolor hará que lloremos hasta secarnos?
¿Verdaderamente seríamos felices si no hubiera tardes negras, nubladas y frías de tristeza?
La muerte, el dolor y la tristeza son parte de la vida. Parte de nosotros. Está en nuestra persona, en nuestra esencia. ¿Por qué intentar arrancar una parte de tí mismo? ¿Te arrancarías el corazón, un brazo, una pierna? ¿No te sentirías incompleto, asimétrico?
La vida es dolor. La vida es tristeza. La vida es muerte.
Y ahora... ¿de verdad seguirías buscando el paraiso cuando sabes que lo que hay allí no es vida, ni muerte, ni nada de lo que conoces, de lo que eres?
Yo ya no busco el paraiso. Ya no busco ir sola a donde no conozco. Prefiero sentir alegría y dolor, reír y llorar, vivir y morir. Pero no sola. Junto al resto del mundo. Aquí. Ahora. Para siempre. Hasta que muera. Y ese día solo será un día más. No un día para llorar o sentir dolor o tristeza. Un día en que puedes quedarte en la cama todo lo tarde que quieras. Eso es para mí la muerte. Ese es mi paraiso.

La flor elegirá al lobo y el lobo elegirá a la flor. La flor mostrará al lobo el camino del paraiso. Este abrirá sus puertas y entonces el fin del mundo llegará. Todo lo que el haya tenido lo perderá, no se podrá llevar nada ni a nadie de los que ama allá al sitio que su corazón anhela.
¿Y yo te pregunto: en serio merece la pena?

El día que me suicide... 11 de noviembre de 2006 |

... será perfecto.
Inmaculado.
El sol brillará en el cielo. No hará frío ni calor. Unos 23º C estarían bien.
Un paseo matinal por el parque, a eso de las 9 de la mañana.
Tostadas con mantequilla y mermelada. Un zumo de naranja.
Después cogería mi bici. Iría a su casa. Estaría solo. Haríamos el amor en su cama, como otras veces. Después una ducha calentita. Limpitos.
Iriamos a dar un paseo cerca del río. Nos sentaríamos donde tanto me gusta y estaríamos allí un par de horas. Mirando como el agua fluye hacia el mar. Mirando la gente pasar por el puente. Escondidos.
Después me despediría. Le diría todas las cosas que nunca fui capaz de decirle, pero que bullían en mi pecho esperando el día perfecto, el momento perfecto. Ese día. Este momento.
Daría un paseo sola. La Torre del Oro, la Catredal, la Giralda, luego el barrio de Santa Cruz.
Almorzaría... o quizá no.
La llamaría a ella. Nos sentaríamos en un banco a charlar. Hablaríamos de todo y de nada. Y una vez más le diría todo lo que en su momento quise pero no pude. Todo.
Ya anocheciendo cenaría en casa. Con mi madre y mis hermanos. Reiríamos, charlaríamos. Un buen rato. Ellos ya lo saben todo. Las palabras son inútiles.
Mis compañeras. Las llamaría. Saldríamos. Alfalfa, una maceta de tinto y una absenta, tan amarga otras veces y tan dulce en esta noche. Funclub. Bailar hasta caer rendida. Bailar sin importame el resto de la gente. Bailar.
7:00 AM. No es un nuevo día, un día nuevo comienza al despertar. No habrá día nuevo para mí.
Vuelvo a casa. Dejo todo como me gustaría que lo recordasen. Me pongo mi pantalón favorito. Esa camiseta y esa sudadera que tanto me gustan. No hay notas explicatorias. No hay dolor. Ni lágrimas. Un segundo. Un intante. Se acabó. Adiós. Todo está bien. Ahora.

3 de Febrero

Vive a tope y muere joven para dejar un bonito cadáver.

Empty mind 10 de noviembre de 2006 |


Give me philosophy.
Gime somethinbg to think about.
I want to learn.
Forever and ever.
Everything.
Give me something to talk about.
Something to argue.
I want to have philosophical chatting.
I want to run away far from all this foolishness, all this nonsense.
I want to fly away, reach the stars, contemplate everything.
I want to be free.
I want to be powerful.
I want to KNOW.
I want to have all the Time in the world.
I want to do so many things... and finally, all I am is a young girl dreaming about being BIG, wishing she would have TIME, imagining she lives in the MOON.



And she would always live running nowhere, heading for nothing, just as.... everybody.

I wish... 4 de noviembre de 2006 |

I wish you were here.
I wish you have never left me.
I wish I weren’t alone.
I wish I could turn back time.
I wish I have never done what I did.
I wish I had no regrets.
I wish I wasn’t wishing.
I just wish this all would end up here.
Not like this, but you and me.
Together. Forever.


Fucking shitty night.

Halloween 1 de noviembre de 2006 |


Una noche donde dos mundos se unen. El de los vivos y el de los espíritus. Un día mágico, diferente. Todo puede ocurrir en Halloween.
Si traspasas la puerta hacia el otro mundo puedes hacer que las dos dimensiones se fundan en una sola. Que por un momento dos realidades se conviertan en una. Por un momento, en un instante.
Una noche donde la energía fluye libre, sin obstáculos, haciendo que todo se confunda. Arriba es abajo, derecha es izquierda, pesado es ligero, vida es muerte. Una noche de contradicciones cuando dos mundos opuestos se unen para formar un todo caótico, lleno de energía. Mágico. Diferente. Único. Especial. Irrepetible.