Sí, amigos. Esto va por vosotros pequeñas personitas que dan color al lienzo blanco de mi vida.
Personitas. Unos más altos, otros más bajitos. Rubios, morenos, castaños. A tod@s, gracias.
Gracias por elegirme un día entre la inmensidad de personas que habitan el mundo en general y esta pequeña ciudad en particular.
Sé que estáis ahí cuando os necesito, sé que seguiréis ahí.
Una frase que solía escribir en el Messenger: “The problem with life is there is no background music”. Eso se acabó. Ya encontré la banda sonora de mi vida: vuestra risa, vuestras voces, vuestros silencios.
Es agradable despertar un día y darte cuenta de que no estás sola, de que tienes un motivo por el que levantarte. Un motivo por el que estás siempre deseando ir a la UPO, bajar a la calle y llamar al portero del bloque de en frente o simplemente meterte tres veces al día en Blogger. Vosotros sois uno de mis motivos. La razón de que sea como soy y no me avergüence de serlo, porque sé que así está bien.
Gracias, de verdad. Gracias por ser mis amig@s, por estar siempre conmigo aunque no estéis. Gracias.