<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d27936134\x26blogName\x3dL3nor3\x27s+Hideout\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://l3nor3s-hideout.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://l3nor3s-hideout.blogspot.com/\x26vt\x3d-1484409629104694555', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Realidad 17 de diciembre de 2007 |


Dentro de dos días vuelvo a España, a mi vida…
¿A mi vida? Ya no sé si aquella es mi vida. Si todos a lo que dejé allí seguirán allí. La verdad, puede que ellos sí que sigan allí, pero yo ya no. Ya no soy yo. Esa ya no es mi vida.
Llevo varios días pensando cómo será. Pasear por las mismas calles, que ya no serán iguales, ya no sentiré lo mismo al pasar por ellas. Hablar con las mismas personas, pero ya no sentiré lo mismo por ellas, no me reconocerán.
Tenía miedo de que todo allí cambiase, pero en realidad al final he cambiado yo.
Ya no soy la misma. Mi vida ahora es otra. Mi sitio ahora ya no es mi sitio. Mi gente ahora ya no es mi gente.
He cambiado. De una forma radical. No sé si para mejor o para peor, pero el hecho es que he cambiado, sí.
Es extraño pensar en volver. “Vuelvo” a un sitio nuevo. A la vida de una extraña, alguien a quien conocía, una vida que ha caducado.
Y pasearé por Sevilla y pensaré en Trieste. Y estaré en casa y no me sentiré como en casa. Y saldré con mis amigos y pensaré en mis nuevos amigos y los echaré de menos. Y saldré con mi novio y parecerá como si lo besase por primera vez. Y saldré por la noche y mis pies no encontrarán el camino a Piazza Unità, al Viale, a la Macchinetta.
Tantas cosas han cambiado. Tantas cosas ya no serán como antes.
Y lo más curioso: no estoy triste, en absoluto.
He cambiado, sí. Ya no soy la Andrea que conocía. Pero está bien sentirse nueva, sentirse otra diferente.
Puede que los demás sientan haberme perdido, pero yo siento que he encontrado un nuevo camino, algo tan distinto a lo que tenía…
Esta es mi nueva vida, mi nueva realidad. Esta soy yo, nueva. No sé si mejor, pero al menos diferente.