El pellizco en la garganta.
Las mariposas en el estómago.
El mirar a todos lados esperando verlo.
¿Qué me pasa?
Y yo no quiero esto.
No vamos a ningún sitio.
Pero no olvido. No puedo.
Maldito el recuerdo.
Imposible. Improbable. Impensable. Inoportuno. Inalcanzable.
Así es. Típico.
Y vuelvo a tener 15 años. Y me gusta y no me gusta.
Y no sé lo que siento. Y no sé cómo me siento.
Idiota. Ilusa. Infantil. Irremediable.
15 años. Un buen salto en el tiempo.
Y no me lo quito de la cabeza. Y no me gusta. Y no puede ser.
Y yo solo quiero gritar. Arrrrrrggg!!

No quiero pensar. Pensar solo me da dolor de cabeza.

Y año nuevo… vuelta a Trieste!! Vuelta a todo lo que quiero en esta pequeña ciudad perdida en los confines de dos mundos, allí donde termina el Occidente europeo y empieza el Oriente eslavo de las leyendas… Y es que no podía ser más feliz. Trieste, Trieste, Trieste… El escenario de mis sueños. Y porque por primera vez en mi vida, algo tiene todo el sentido que yo quiero darle. Empiezo a vivir mi propia aventura, mi propia y verdadera vida. ¿Quién se atreve a decir ahora que mi vida es aburrida? ¿Quién se acuerda de esas tardes lamentándose porque la vida era tan gris y plana? ¡¡Yo no!! ¡¡Y me gustaaaaaaaaaa!!

Bueno, los que me dejé en España no os preocupéis, a vosotros siempre os llevo conmigo y lo sabéis: Verillo!! Porque bueno, porque eres tú y ya no hay nada ni nadie que te pueda sacar de mí. Juandi!! Ufff!! No sé, por alegrarme tantas tardes y por haber crecido conmigo ^^ Estefania!! Porque eres mi niñaaaa y un contrapunto interesante para mi enrevesada mente. Y bueno, mi Lino pequeño, ufff qué decir de ti que no sepas ya, si es que eres capaz de leerme como nadie nunca lo ha hecho y la verdad, es muy agradable a veces no tener que esconder nada, saber que eres solo tú, en nuestro pequeño mundo fuera de contexto xD A todos, os quiero, lo sabéis, no lo olvidéis.